El mantenimiento de alta tensión se refiere a las acciones oportunas, continuas y
permanentes orientadas a anticipar y asegurar el normal funcionamiento, eficiencia y
buen aspecto de los equipos eléctricos de alta tensión. Este tipo de mantenimiento es vital
para garantizar la seguridad y eficiencia de las instalaciones eléctricas de alta tensión, y
para prolongar su vida útil.
El mantenimiento de alta tensión incluye la realización de inspecciones, pruebas y servicios de rutina en los equipos eléctricos para detectar, reducir o suprimir los problemas inminentes en dichos equipos. Las características de cada instalación de alta tensión exigen la necesidad de ejecutar pruebas de mantención de rutina para garantizar su correcto funcionamiento.
El mantenimiento eléctrico preventivo y correctivo se refiere a la realización de inspecciones, limpiezas, ajustes y pruebas de equipos para asegurar una operación sin fallas y reducir el riesgo de accidentes como resultado de fallas en el sistema eléctrico y en los equipos.